Tomemos
el tiempo necesario, esperemos el tiempo que tengamos que esperar y
dejemos que el nos lleve al puerto en donde debamos desembarcar, por
el tiempo es como el viento que sopla en las velas de nuestro barco
llevándonos a algún puerto donde podamos descargar todo eso que
tenemos para dar.
Que
fácil es poder escribir estas palabras cuando hay algo de que
escribir, hoy me dejo llevar por el tiempo, con su suave brisa a
través de este mar que es la vida. Navegando por esas olas que en
ocasiones son bravas y altas y otras tantas suaves y calmadas, esta
embarcación llamada yo, busca un destino a donde llegar, un puerto
en donde poder descargar todo lo que soy.
Hoy
viajando por el mar de la vida dejándome llevar por la brisa del
tiempo que me llevara a donde el quiera, no se cuanto tiempo tenga
que soplar para llegar a la tierra prometida.
En
este viaje que a veces parece interminable, parece que nunca llegare
a un destino en el cual podre dar todo lo que soy.
Hoy
solo se que llevo en mi el recuerdo de los puertos visitados, en
donde he descargado parte de lo que soy, pero sin poder descargar
toda mi carga, hoy me pregunto donde esta el puerto con el que
siempre he soñado si existe o tan solo es una ilusión, un mito, una
leyenda como la misma fuente de la juventud.
Por
lo mientras he de dejarme llevar por las olas del mar de la vida y la
brisa del tiempo que me conducirán a donde algún día tenga que
llegar.
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