lunes, 18 de abril de 2011

Tuviste tu oportunidad


Retomando estas historias de la ciudad, hoy les dejo este relato de una amistad que termina cuando uno de los dos puso su corazón de mas

Hoy estoy aquí, pensado en tu partida, hoy ya ni amigos quieres que seamos, pero así es la vida, se que fue mi error no debí de involucrarme contigo la amistad era mas que suficiente, pero esa curiosidad de saber que era tenerte fu la que me llevo a estar contigo.
Y hoy me doy cuenta que puedo ser tu amigo mas sin embargo no puedo estar junto a ti, disfrute mucho los momento que juntos pasamos, se que parecía un verdadero ladrón que solo entro un instante en tu habitación para robarte un pedazo de ti y que se ha quedado con el en su corazón. Lo que si me queda claro es que cuando yo desee estar todo el tiempo contigo y nunca me importo no tenerte sino solo estar a tu lado ahí estuve deje que solo fuéramos amigos y cuando decidí dar un paso mas tu me rechazaste y simplemente desapareciste de mi vida. Mira que el destino nos ha marcado y llevado por diferentes caminos, y en el momento en el que nos reencontró yo, yo ya no quería tenerte, mas como dice el dicho, “La curiosidad mato al gato” y así es, esa curiosidad de saber que era probarte me ha dejado ahora un sabor agridulce, porque, ha sido dulce y exquisito tenerte mas sin embargo también amargo porque cada que salia de tu cuarto mi ser no me dejaba en paz, era una lucha conmigo mismo, porque amo a otra persona y mi amor por ella es superior a mis deseos de estar ahí contigo. Se que ella y yo pasamos por muchas cosas que te he contado, pero algo si me queda muy claro, lo que hagan las otras personas es cosa de su propia conciencia, y lo que haga yo es mi propia responsabilidad. Debo de ser fiel a mis principios y convicciones, por ello no puedo mas que ser tu amigo, solo eso tu amigo y por este momento tu amigo que te lee y escucha. En algún momento escuche que “El que se traiciona así mismo, no puede vivir con paz y tranquilidad” y yo, yo solo deseo eso paz y tranquilidad. Siento mucho que esto rompa nuestra amistad, pero la realidad es que no puedo brindarte mi amistad si yo mismo no puedo estar tranquilo con mi propio ser. Gracias por todo lo que ha sido nuestra amistad, y sabes muy bien que siempre estaré ahí para escucharte.