Cuando
caminando tu vida encuentres siempre la misma piedra, llévala
contigo.
Cuando
pierdas a un amigo cuando menos lo esperabas, consuélate por haberlo
tenido.
Cuando
la injusticia te deje desvalido y sin aliento, vuelve a creer.
Cuando
amaste hasta perder la piel, recupérate pronto, te perteneces a ti
mismo.
Como
pájaro herido, descansa, cura tus alas y vuelve a volar.
Cuando
tu día se vuelva noche, no desesperes, mejor busca las estrellas.
Cuando
sientas que tu existencia está desperdiciada como un árbol seco,
recuerda que la primavera siempre llega, aterciopelado rosas en tu
mirada.
Encuentra
tu manantial, riega siempre el jardín de tu vida.
Porque
no importa que tan hondo e imposible sea el dolor, renacerás…
Anónimo.
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